En ocasiones la solución no consiste en abrir puertas, si no en derribarlas. En conseguir espacios diáfanos, sin barreras, que comuniquen y que no separen. Y EN ARCO HOME STAGING lo hemos hecho en muchas ocasiones. Tirar tabiques y eliminar puertas para ganar en luz y espacio, Y también para conseguir nuevas habitaciones que sirvan a distribuidores y sean nexo de conexión.
Los salones abiertos son una buena solución para casas pequeñas y muy compartimentadas, algo muy habitual en las construcciones antiguas: largos pasillos con muchas habitaciones de pequeñas dimensiones. Ahora concebimos el salón como ese vestíbulo o zona común a todos que da paso a las zonas más privadas de la casa: los dormitorios. En esta casa se tiró un tabique, y se unió parte del pasillo a lo que antes era el salón. Ahora este espacio, salón-cocina-distribuidor, es, literalmente, el centro de la casa, pero también en sentido figurado, porque es el punto de encuentro y de reunión. Se eliminó la puerta que separaba el pasillo del salón y las de los dormitorios se pintaron de un sugerente tono salmón que contrasta, suave y melódicamente, con el color lavanda de la pared del sofá y el verde suave de los muebles de cocina. Adiós a la sobriedad y a puertas que aíslan. ¿El resultado? Un espacio versátil, agradable, con más luz y utilidad. Un lugar donde encontrarse y descansar.
Porque nosotros estamos de acuerdo con Le Corbusier cuando decía que “la casa debe ser el estuche de la vida, la máquina de la felicidad”, o por lo menos intentarlo.




