logo_arco-homestaging_nuevo

Comedores, ¿han vuelto?

comedores01

Hace unas décadas no había casa sin comedor o, por lo menos, sin un lugar destacado del salón dedicado a este menester. En épocas más modernas nos llegó del extranjero el office, ese espacio en la cocina que hace las veces de comedor de diario: exactamente office o antecocina “es la pieza o habitación que precede a la cocina”.
Pasados unos años, o unas generaciones, el comedor prácticamente desapareció o, simplemente se habilitó una mesa que hacía las funciones de lugar para comer, estudiar, o cualquier otra actividad que requiriera de una mesa (dicen que Jane Austen escribía en una esquina de la mesa de la cocina).
En muchas casas se comía en la cocina y solo se trasladaba esta noble función de recoger a toda la familia en torno a una mesa en ocasiones especiales como celebraciones familiares, en Navidades o fiestas, mesa que disponía de alas o que se agrandaba a la medida de las necesidades.

Por eso hoy reivindicamos ese espacio, que, aunque sea pequeño o forme parte de otro, como cocina o salón, es el lugar de reunión de la familia, quizás el único, un momento de puesta en común del día, de los problemas, encuentros, problemas, resultados de exámenes, inquietudes o sorpresas. Es el momento de hablar, discutir o reír juntos… y eso merece un buen espacio, no en el sentido del tamaño sino de la calidad, pensado para que cada uno ocupe su lugar. Y nos gustan por igual los rinconcitos pequeños en un extremo de la cocina y los comedores absolutos, esos que ocupan con orgullo una habitación. En la película “La costilla de Adán” Spencer Tracy y Katherine Hepburn se reunían y debatían su litigio en una mesita en la cocina (maravillosa película) y en “Downton Abbey”, de la que envidiábamos tanto la mesa y la vajilla de la parte noble de la casa como la de la zona de servicio, el comedor era lugar de confidencias y de reuniones sociales. ¿Y qué decir del comedor de la maravillosa casa de Karen Blixen en “Memorias de África”? Esa donde se contaban cuentos en grupo a la luz de las velas.
Lo cierto es que se puede conformar un lugar de reunión alrededor de una mesa en cualquier sitio y, aunque no lo parezca, son imprescindibles. ¿Por qué? En primer lugar, por salud, comer sentado en el sofá no parece cómodo ni saludable, la altura es una gran desventaja, y segunda, porque comer, independientemente de la necesidad biológica, supone un acto social, de reunión, de parada obligatoria, y también satisfactoria, en la actividad frenética del día.

En Casa Decor 2023 también pudimos admirar diferentes propuestas de comedores, tanto en cocinas como en salones, en las que se nos invitaba a regresar a la calma, a detener los motores y hacer un alto en el camino sentados a la mesa.
Así que sí, si no han vuelto por razones de espacio, volverán por la necesidad de pasar rato en familia o solos, pero en calma. En ARCO HOME STAGING, por pequeña que pueda ser la vivienda, siempre pensamos en un lugar en el que poner una mesa, incluso si se vive solo. Esa es la oportunidad de invitar y compartir. Y sí: firmamos con los ojos cerrados la cita de Don DeLillo: “La familia era un arte… y la mesa de la cena el lugar donde encontraba expresión”.

Comparte este artículo

Facebook
Twitter
Linkedin
Pinterest
Ir al contenido